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Posted by on Dec 2, 2010 in Emprendedor |

Cosechando ideas…

COSECHANDO IDEAS…



Pues después de varios meses (SON’10) decidí volver a escribir en mi blog, básicamente no lo había hecho porque mi maestra de Responsabilidad Social lo visitaba para revisar la tarea que nos dejaba cada clase sobre nuestras reflexiones y no me apetecía escribir en esos momentos… pueden decir ¿Por qué no abrías otro? Porque no pienso mostrarme “hipócrita” y abrir otro donde escriba que el mundo es rosa y todos somos felices y así… ¬¬

Bueno, el punto es que durante tiempo, muchas personas cercanas a mi me hacían comentarios refiriéndose a mi forma de hablar, en este sentido, ¿Exactamente a qué se referían? pues muchos de ellos dicen que mis palabras, tono y énfasis tienen mucho peso cuando las pronuncio y para muchas personas les caen “fuerte” mis palabras, I mean, que subconscientemente toman muy en cuenta mis palabras, no importa que sea en broma.

Y creo que lo he comprobado… creo que a veces las palabras, no sólo las mías, son ideas que simplemente caen como polvo en un cerebro, pero que muchas veces se van permeando más en él hasta crear pequeñas raíces, y después, esas raíces se van volviendo más profundas, y luego, encima de esa raíz, encontramos semillas que se diseminan por ese cerebro y lo infectan de una idea completamente ajena a los propios pensamientos de esa persona. En este sentido, esto ocurre cuando insistentemente le decimos algo a una persona, AUNQUE SEA EN BROMA.

Haciendo una pequeña sumatoria, encontré cinco casos de personas que “logré” (no lo tomen como éxito, sino como una reflexión) diseminarles una idea en la cabeza y actualmente están muy metidos con esa “infección” y… GRACIAS KARMA!!!… en algunos de esos casos… no me pregunten cómo… me encuentro cosechando los frutos de esa idea que les inyecté por mi insistencia… aunque era broma…

Con esto, no estoy diciendo que soy un hijo de puta, simplemente que no había caído en cuenta que, muchas veces y suena feo decirlo, el cerebro de algunas personas puede resultar tan frágil que con palabras o acciones que llevemos a cabo podemos influenciar a otras personas…

MORALEJA: Si saben que sus palabras, boca, tono, etc. tienen este “poder”, no lo tomen a la ligera y no hablen por hablar, no saben a quién pueden ayudar o perjudicar, o en su defecto, no saben que fruto pueden cosechar…

PS. Creo que ahora mi deber moral es encontrar el talón de aquiles de esas ideas y hacer lo correspondiente…